6 de novembre del 2013

- Sin título -

por Carles Margineda Rubies



El tiempo que se aprecia a medias y siempre de forma caprichosa aparece esta vez inmóvil, estático. No buscaran una elevación de la vulgaridad y así vender un estilo de vida. No te llamaran héroe por despertarte por la mañana. Si tienes que madrugar, quien sabe si bien o mal, eso depende de ti. No hay juicios de valor. No te harán sentir importante por tener un puto desamor. LES DAS IGUAL.

No les preocupa tu diversión, o no lo suficiente como para masticar y vomitarte lo que quieren enseñarte. Porque un tiempo muerto es poesía ya en el nombre. El estrés social queda helado por las circunstancias diarias y se presenta en forma de línea fina como su humor. Joder, es una puta tragicomedia sutil y brutal como el silencio. Quien sabe a dónde van y de dónde vienen nuestros queridos protagonistas en cada capítulo. No importa. Porque están suspendidos en el tiempo. Sólo hay divagación existencial pura sin actos ni trucos de guión, ni historietas para hacerte olvidar que eres un desgraciado.

Tomároslo como una cura de humildad, mis queridos superhéroes. Tomároslo como una cura de humildad, mis queridos rockeros. Tomároslo como una cura de humildad mis queridos instagramers. Aquí el café no tiene filtros, tiene dudas y tiene miedos. Asumid que aunque moléis un huevo, esperáis el bus, el avión o el mañana.



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